Post #17: Lo que me gusta de dormir

A woman sleeping peacefully in a cozy bedroom, enveloped by soft white sheets, under the gentle glow of night lighting.

No sabía sobre qué escribir esta semana porque solo siento sueño y cansancio. Están siendo unas semanas muy estresantes de trabajo y no estoy durmiendo bien. Yo sé que en estas fechas del puente de diciembre lo suyo sería escribir sobre el ambiente navideño, las zambombas, las comidas con los amigos y los villancicos. Pero la realidad es que yo ahora mismo lo que quiero es dormir. Si me queréis, dejarme dormir.

Pensadlo bien, de todos los hábitos para llevar una vida saludable, planchar la oreja es el mejor de todos. Mucho más placentero que hacer deporte y que comer sano. No requiere esfuerzo ni sacrificio, tan solo tienes que ponerte el pijama, meterte en la cama, cerrar los ojos y entregarte a Morfeo.

No solo es muy placentero, sino que es muy necesario y la solución a muchos de tus problemas. Porque dormir es el reseteo diario, es el “¿Has probado a apagar y volver a encenderlo de nuevo?” de los humanos. Problemas que por la noche parecen el fin del mundo por la mañana es solo un inconveniente que tiene solución. De hecho no entiendo ese consejo matrimonial de que nunca hay que irse a la cama enfadado. Discutir cuando estás cansado solo dificulta encontrar una solución al problema. El sueño solo agrava el conflicto. Mejor pedir una tregua y retomar el asunto a la mañana siguiente, a ser posible con un café ya en las venas.  

Yo os confieso que lo que más miedo me da de ser madre no es el parto ni sentirme incapaz de educar a mis hijos en este loco mundo. Lo que más miedo me da es la privación de sueño. Si a mí dormir 6 horas un día me rompe una semana, cómo voy a sobrevivir a la falta de sueño durante varios años? Prefiero no pensar en ello. Confío en que las siestas sean mi salvación. Porque os diré una cosa, yo soy una profesional de la siesta. Si fuera un deporte olímpico yo sería una deportista de élite. Mis siestas son las mejores, las de 20-25 minutos. Y me las puedo echar en el descanso de comer si estoy teletrabajando, al llegar a casa después de trabajar si me toca ir a la oficina, en el tren, en la playa, o en una barbacoa llena de gente. Y me despierto fresca como una rosa. En esto últimamente me ha ayudado mucho el antifaz con efecto oscuridad total que me regalaron los reyes del año pasado.  Es mi posesión de menos de 20€ favorita. Lo siguiente espero que sea el reemplazo de mi cama de 1.35 por una de 5 yardas náuticas.

Y eso es todo por hoy, buenas noches y hasta el próximo domingo.